Este edificio se plantea como una bisagra entre dos tipologías constructivas: la primera, formada por pequeñas edificaciones de restauración para el disfrute de la playa; y la segunda, de carácter industrial, destinada a la Estación de Bombeo, de tamaño considerablemente mayor que las anteriores. Ambas tipologías se organizan mediante una estructura ortogonal. La disposición volumétrica se adapta a la morfología del espacio en el que se ubica.
Se proyecta como un volumen independiente en forma de L, con un espacio exterior que organiza las circulaciones propias del Centro Marítimo, hacia el cual se orientan las distintas áreas del edificio. Esta configuración define un volumen central singular e independiente, donde se encuentran las dependencias de la Cruz Roja.
Los requerimientos funcionales, la volumetría y la dimensión de los edificios han determinado su disposición: dos plantas de altura para el volumen en forma de L y una única planta para el volumen central. Además, esta forma cóncava confiere al espacio una mayor privacidad.
El conjunto edificado ocupa en planta un espacio de forma prácticamente cuadrada. Esto permite liberar un amplio espacio al oeste, destinado al acceso a las instalaciones, generando una relación privilegiada con las edificaciones de restauración adyacentes. Para reforzar la representatividad del edificio, se ha buscado una imagen que lo enmarque.
El edificio tiene una superficie total construida de 1.138,01 m², en respuesta a las distintas necesidades del programa. Las dos alas del edificio, en cada una de las plantas, se articulan en torno al núcleo de comunicaciones verticales, donde se ubican los espacios de uso común, como los lavabos, la sala de limpieza y el patio de instalaciones.











