Este proyecto contempla la cubrición de la pista polideportiva, actualmente descubierta, llamada “La Palmera”, así como la mejora de la calidad de la pista. Se aprovecha la ocasión para llevar a cabo la remodelación de los vestuarios, que actualmente se encuentran en un estado mejorable.
La cubierta protege a los jugadores.
Es impermeable y resguarda de la acción solar directa, a la vez que es translúcida. Evita que los jugadores se mojen cuando llueve o que se deslumbren con el sol, al mismo tiempo que permite el paso de la luz. El diseño de la cubierta varía según el momento del día. Durante el día, recoge la luz natural necesaria y la transmite a la pista, descartando el exceso. Por la noche, se ilumina artificialmente desde arriba, sin que esta iluminación afecte a los vecinos.
Se convierte en una estructura más ligera, más etérea, simplemente un plano que prioriza la pista. Funciona como un parasol invertido, haciéndose visible a través de la luz que se filtra por las claraboyas. La luz natural y la artificial interactúan con la cubierta.



